Atención a la diversidad: distintos pero juntos
En las
últimas clases hemos venido hablando de la atención a la diversidad que se da
dentro de un centro y dentro de un mismo aula. Como resulta obvio, no todos
somos iguales, sino que, más bien al contrario, cada uno de nosotros somos un
mundo; hay personas que se parecen a ti en la manera de ser, en la manera de
pensar o en los rasgos físicos, pero no existen dos personas que sean como dos
gotas de agua. Incluso los gemelos llevan vidas individuales. Esta diversidad
nos enriquece, pero también nos complica, ¿cuál es el límite de la diversidad?
¿por qué ciertas personas se consideran raras si todos somos diferentes? ¿cómo
se traslada esta diversidad a un aula, donde todos deben cumplir los mismos
objetivos y metas?
Esta última
pregunta es la más importante o, al menos, la que más nos interesa hoy. Cada
persona tiene un nivel intelectual y físico diferente, a lo que se debe sumar
aquellas diversidades especiales como son trastornos de personalidad, síndrome
de Down, dificultad cognitivo-social o autismo. Existen muchas medidas de
atención a la diversidad, desde programas de refuerzo académico y actividades de
integración social a protocolos de actuación con los padres o acompañamiento
escolar de especialistas (intérpretes en el caso de personas sordas, por
ejemplo). Desde la Junta de Castilla y León se han promovido algunos programas,
como el ALISO y, en la actualidad, un centro educativo dispone de gran cantidad
de herramientas para favorecer una mayor integración en las aulas. Pero para
ello el centro y, más especialmente, los profesores que trabajan día a día con
este tipo de niños, deben estar concienciados y dispuestos a colaborar por una
mejor convivencia y por un apoyo que haya de estos alumnos personas más
felices.
Como
actividad podíamos elegir entre dos opciones: yo me he decantado por la
segunda, es decir, comentar la experiencia educativa de un centro específico, O
Pelouro.
O Pelouro
es un centro educativo de la localidad de Tui (Pontevedra) algo diferente.
Fundado en 1973 se denominan a sí mismos como una escuela centrada en el Niño.
No puedo comentar mucho porque mis conocimientos se limitan a un par de vídeos
de Youtube y a una página de información, pero parece que, tras una maraña de
términos psicológicos con los que se expresan los profesores del centro, lo que
se busca en O Pelouro, por encima de cumplir con ciertos requisitos y metas
impuestos por la Xunta de Galicia y el Ministerio de Educación, es desarrollar
la personalidad del niño, trabajar para que conozca sus propios sentimientos,
su curiosidad y su interés por el entorno y por el conocimiento. En el breve
documental que vimos en clase (más abajo pongo el enlace), sorprende escuchar
cómo se expresan los propios alumnos del centro, niños de nueve, diez, once
años hablando de mapas conceptuales y desarrollo de proyectos.
En cuanto a
la atención a la diversidad, O Pelouro se define como “una escuela para todo
niño, para aquellos “normales” y para los que presentan variaciones neurocognitivas
que afectan al desarrollo”. Hay un alto compromiso y una conciencia (o al menos
eso he podido sacar de lo que he visto) de que la diversidad es riqueza y de
que la convivencia es educativa. En el mismo documental aparece un niño con
problemas de atención que explica su propio caso: “Tuve muchísimos problemas
antes de entrar aquí. Tenía hiperactividad y no era el mismo de ahora, sino que
ahora estoy ya controlado, ya estoy situado con el yo y antes no, antes estaba
descontrolado, hacía lo que quería”. Un padre aparece y dice que para él, como
padre, le supone un privilegio que su hijo vaya a esa escuela porque le brinda
la oportunidad de “vivir en la diversidad”; una profesora comenta cómo los
niños deben convivir con todo tipo de diversidad para aprender que, muchas
veces, los límites son muy difusos y que el efecto integrador es altamente
educativo; una niña dice: “lo vemos como normal porque ellos nos pueden enseñar
cosas y nosotros a ellos también”. Poco más que decir.
En general, se tienen muchos prejuicios contra sistemas educativos alternativos porque se teme que, al desembocar inevitablemente en el Sistema al llegar a los niveles superiores, los alumnos no estén lo suficientemente preparados. Como ex-alumna de Bachillerato de Artes creo que es una pena que no se aspire a una mayor interdisciplinariedad en el currículum oficial por considerarse "Marías" las asignaturas más prácticas o menos utilitarias. Es difícil encontrar el término medio entre el deber de las instituciones de garantizar la normalización y el derecho de las personas a conquistar la individualidad. Está complicadilla la cosa... ^^
ResponderEliminarAh, se me olvidaba darte la enhorabuena por el blog! Buen trabajo! ^^
ResponderEliminarArturo tu saber sobrepasa los límites del bien y el mal, me parece que es muy importante recuperar las noción del "yo" como constructor de la identidad, en la que podemos englobar sentimientos, reflexión y todo lo que se denomina "proceso de aprendizaje". También es importante crecer dentro de la diversidad y experimentar estos nuevos modelos educativos. Eres un artista de la palabra escrita.
ResponderEliminarArturo me ha encantado esta entrada, ¡mi más sincera enhorabuena! Creo que has planteado el problema de la diversidad de una forma directa, con un montón de preguntas que hagan saltar las alarmas en la mente del lector.. fantástico.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho esta entrada. Muchas veces en la educación nos centramos más en el hecho de transmitir conocimientos y no tanto en el de desarrollar la personalidad del niño. Y en cuanto al tema de la diversidad, creo que aún nos queda camino por recorrer dentro del ámbito educativo, y como dice una frase que circula por ahí, si enseñamos a los niños a aceptar la diversidad como algo normal, luego no será necesario hablar de inclusión sino de convivencia.
ResponderEliminarEnhorabuena por tu trabajo Arturo... seguro que serás un gran futuro profesor!
¿Cómo se traslada esta diversidad a un aula, donde todos deben cumplir los mismos objetivos y metas?
ResponderEliminarQuizás el problema no está en la diversidad que llega al aula, sino la uniformidad que procura producir el aula y el sistema educativo en general. Quizás tenemos que individualizar los objetivos y las metas de cada alumno, dejar de pedirle peras al olmo y de limitar al peral.
Sobre tu Blog, ¿qué decir que no haya sido dicho ya?