¿De qué color son tus ojos? + Habrá que leer

Hoy hemos estado viendo en clase una serie de vídeos, alguno de ellos bastante interesantes. El más curiosos y divertido (gracias al doblaje de los 80, merecedor, al menos, de un premio Goya) ha sido el documental “Una clase dividida”: en este se cuenta la historia de una profesora de primaria, Jane Elliott, y de su propuesta de aula para tratar el racismo; la idea es la siguiente:

Un mañana anuncia que los alumnos de ojos azules son superiores a aquellos que tengan los ojos marrones; son más listos, más capaces y más hábiles. Como recompensa, ganan cinco minutos más de recreo y, en compensación, los alumnos de ojos marrones se quedan sin salir al patio. El resultado fue que los niños de ojos azules demostraron su superioridad con muestras racistas, insultos e incluso una pelea. Al día siguiente, la profesora cambió las tornas: esta vez serían los niños de ojos marrones los superiores. El resultado, fue el mismo, pero inverso, pues los tiranos esta vez pasaron a ser las antiguas víctimas.

Los alumnos vivieron en carne propia lo que era sentirme menospreciado por un rasgo físico y dejaron de lado del racismo. El documental muestra, muchos años después, a los antiguos niños, ya adultos, viendo cómo transcurrió el experimento y charlando con su antigua profesora. Todos comentaron lo dura que fue el experimento, pero lo mucho que les sirvió.

Como actividad de hoy tenemos que proponer un tema de investigación susceptible de ser publicado en una revista sobre cómo analizar y mejorar la práctica docente. Me gustaría que mis futuros alumnos desarrollaran el amor por la lectura (soy de letras, soy de letras, soy de letras), así que mi propuesta iría en torno al desarrollo del fomento de la lectura. Mi trabajo de la asignatura de Sociedad, familia y educación va sobre esto, así que voy a exponer, más o menos, cómo lo haría:

• Lo primero de todo, buscaría un libro que, sin abandonar la calidad literaria, pueda ser interesante a los adolescentes. Para el trabajo elegí Persépolis, de Marjane Satrapi, que, además de contar, con mucha calidad, una apasionante historia, es una novela gráfica, que quizá resulte más atractivo. La libertad a la hora de escoger un libro puede pasar de la lectura obligatoria de uno a la libre elección del alumno dentro de una lista.
• No hay duda de que la lista de libros sería interminable, pero más importante que el título es cómo tratarlo en clase: para ello, fomentaría el debate, porque creo que un adolescente va desarrollando y madurando poco a poco una idea personal sobre casi todo. Darle voz y voto y una oportunidad para expresar lo que pasa por su cabeza puede ser motivador.
• Trabajar el libro con respecto a otras asignaturas relacionadas. Cualquiera del ámbito de las humanidades se presta a esta propuesta, pero, buscando un poco más allá, seguro que las matemáticas, la biología o la química también encajarían.
•  Asentando bien lo aprendido, o lo que hemos aprendido a partir del debate conjunto, con un trabajo individual.
•  Evaluando junto al alumno el resultado de la actividad.