Una educación entre todos y para todos
El Ministerio de
Educación, en el Plan de Acción 2010-2011 integrado dentro de los “Objetivos
para la Educación en la década 2010-2020”, marca siete objetivos como
fundamentales a cumplir, entre los que se hallan: la búsqueda del éxito educativo,
el fomento de la Formación Profesional, las nuevas tecnologías como medio para
la docencia, el plurilingüismo o la defensa de la educación como un derecho de
toda la sociedad, entre otros. Para todos ellos el Ministerio marcó una serie
de medidas y una financiación necesaria.
Hoy en clase
hemos debatido sobre algunos de estos aspectos. Mi grupo se ha encargado de
tratar el objetivo 7, titulado “La
educación como bien de interés público y derecho de toda la sociedad”, y
que resume de la siguiente manera: “Lograr que todos los centros sostenidos con
fondos públicos de calidad, sin discriminaciones, con autonomía de
funcionamiento, con los medios necesarios para atender a todo el alumnado y con
equipos de dirección con la máxima profesionalización”. Buscando ir un poco más allá de las medidas propuestas desde el
Gobierno, que, desde nuestro punto de vista, resultaban un tanto ambiguas y
abstractas (la medida número 1, por ejemplo, contempla “analizar la normativa
que regula los procesos de escolarización y la regulación de los conciertos
educativos, con el fin de garantizar los derechos y obligaciones que se deriven
de los mismos”), hemos intentado aportar alguna propuesta algo más concreta
que, según nosotros, podría favorecer la defensa de la educación como un bien
de todos los ciudadanos y como un medio para facilitar la inclusión social, entendiendo
la escuela como un lugar en el que, aparte de conocimientos, es fundamental la
enseñanza de valores éticos a futuros ciudadanos:
- Fomentar la participación de los alumnos en talleres por la igualdad de género, así como adaptar los contenidos curriculares y los libros de texto a una corriente más cercana al feminismo y a la igualdad de géneros.
- Aumentar la financiación para proyectos al estilo de las “Aulas Activas” que puedan permitir un mayor conocimiento práctico por parte del alumnado y una mayor interrelación.
- Facilitar el contacto entre los alumnos y diferentes representantes y asociaciones de minorías sociales (inmigrantes, transexuales, drogodependientes, etc.), ya que creemos que la normalización y la inclusión solo se puede lograr a partir del conocimiento directo dirigido a desmontar mitos y prejuicios.
- Dirigir a los profesores mejores cualificados o con habilidades adquiridas especiales sobre inclusión hacia la docencia en centros en los que la mayoría del alumnado se encuentra en riesgo de exclusión social. Muchas veces son los profesores más jóvenes y, por lo tanto, con menos experiencia, los que deben hacer frente a este tipo de retos sin las suficientes herramientas.
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